
Foto del Ayuntamiento de Zamora.
“Un cuadro de la vista de
Zamora del pintor
Ignacio García Ergüin y una escultura original de
Baltasar Lobo” hace que pongamos la mirada en las noticias y medios de comunicación de
Zamora, donde el artista realizó una serie de colecciones que se encuadraron en los primeros viajes a
Castilla y León en la etapa de los cincuenta, con los utensilios y pinceles a cuestas, así como residiendo en distintos hostales y pensiones e interpretando la colección de
Castilla gracias a los paisajes y cielos, que tanto dieron que hablar años más tarde. En ese acto homenaje, realizado hace escasos días, el pintor ha sido reconocido de nuevo por su arte y por estar al otro lado de la obra, sacando los mejores colores para expresar distintos estilos. De esta manera, aunque faltan una serie de flecos y detalles por cerrar, la localidad de
Bermeo será la siguiente parada en una serie de actos que van a tener lugar en
Vizcaya a lo largo del ejercicio
2014 y
2015 para celebrar los más de sesenta años como profesional de
García Ergüin. De la etapa de los cuadros de la lonja, los pescadores, el mercado y las personas, que han sido una constante en acercar las reflexión, quietud y momento,
Ergüin fue considerado “artista social” por algunas fuentes de información consultadas, aunque otras apuestas por el expresionismo social y, quizás con el tiempo, se pueden ver distintas etapas, orígenes y manifestaciones, desde el realismo hasta la realización de la propia pintura como tal. La búsqueda del movimiento, tanto en los cuadros de
Bermeo como en los que nos acercan el
Jazz, es un detalle a tener en cuenta cuando se realizan los análisis y manchas que ha dejado desde la década de los cincuenta hasta nuestros días.